ADVERTENCIA: este post contiene comentarios en tono irónico, si vas a seguir leyendo te aconsejamos que te lo tomes con humor ;)
Seguramente hayas escuchado maravillas del trabajo remoto: que si es más eficiente, que si consumes menos en gasolina y ahorras en transporte, que si es más fácil conciliar vida familiar y laboral... ¡Paparruchas! En este post desvelaremos las terribles verdades que nadie quiere contarte acerca de trabajar desde el calor de tu hogar:
1. Echarás tanto de menos el traje que te lo pondrás en cualquier ocasión
Todos los profesionales que han dejado la oficina para trabajar desde su hogar declaran que no podrían echar más de menos los incómodos trajes de chaqueta, las corbatas y las camisas. No hay nada mejor que preocuparse por las arrugas cuando te sientas e intentar disimular el sudor en verano ¡Te mantiene alerta! Además no son nada difíciles de planchar...
2. No serás capaz de concentrarte
Porque todo el mundo sabe que el único lugar en el mundo en el que los trabajadores se concentran y son productivos es en una oficina. Está científicamente probado, aún no se sabe muy bien si es por los teléfonos que no paran de sonar, por el constante
griterío murmullo de las voces de tus compañeros o porque tu jefe no para de interrumpirte para pedirte tonterías.
3. No podrás vivir sin atascos
Estar atrapado 30 minutos en un atasco te proporciona tiempo para pensar en el sentido de la vida, aprovechas para comprobar que los pelos de tu nariz no son demasiado largos y sumas todos los números de las matrículas que están a la vista ¿Cómo vas a renunciar a esa gran experiencia? Si trabajaras desde casa tu capacidad de pensamiento crítico, tu higiene personal e incluso tus matemáticas se resentirían.
4. Te convertirás en un vago
Tendrás que madrugar mucho menos y ¡por ahí se empieza! Dormirás una o dos horas más todas las noches y todo el mundo sabe que descansar engancha. Al principio pensarás que es genial no tener que levantarte a las 6 para estar en la oficina a las 9 pero ¡Es un trampa! poco a poco te convertirás en un ser despreciable que echa la siesta y duerme 8 o incluso ¡9 horas al día!
5. No sabrás que hacer con tanto tiempo libre
Entre lo que ahorras en desplazamientos y que tendrás menos interrupciones seguro que acabas de trabajar mucho antes que en una oficina ¿Qué harás cuando tengas todo listo a las 5 de la tarde? Seguramente te darás a la bebida o comenzarás a desarrollar hobbies raros que nadie en el mundo compartirá contigo. Claro que también podrías aprovechar para leer o hacer ejercicio pero, no nos engañemos, es mucho más probable que ocurra lo de la bebida.
6. El horario flexible te volverá loco
Trabajar cuando tú quieras ¿qué clase de persona respetable no tiene un horario fijo que cumplir? La gente pensará que eres una especie de artista hippy que no hace nada con su vida. Hay personas que piensan que lo más eficiente es trabajar por objetivos (no por horas) pero tú sabes que eso no es para ti.
7. Al trabajar desde casa te acabarás cansando de tu familia
Si tienes hijos estarás tanto tiempo con ellos que no serás capaz de apreciar su compañía. Ya sabes lo que dicen:
No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes ¿Cómo vas a querer a tus hijos y familia si puedes estar con ellos siempre que puedas? Además los niños necesitan estar separados de sus padres para hacerse fuertes y madurar, da igual que tengan 2 años ¡tienes que dejarlos ir!
8. Tus amigos te perderán el respeto
Pensarán que tu vida es demasiado fácil y dejarán de respetarte. Los invitarás a tomar algo por la tarde y nunca tendrán tiempo porque son felices en sus oficinas perfectas. Serás el apestado del grupo y no tendrá nada que ver con que te tengan envidia.
Como ves, hay muchos motivos para no trabajar desde casa. Si como a mi, no te convence ninguno, anímate a probarlo en tus propias carnes y cuéntanos tu experiencia.
