Colaboración con el cliente en la definición y concreción de los objetivos del proyecto.
Planificación del proyecto en todos sus aspectos, identificando las actividades a realizar, los recursos a poner en juego, los plazos y los costos previstos.
Dirección y coordinación de todos los recursos empleados en el proyecto.
Mantenimiento permanente de las relaciones externas del proyecto: clientes, proveedores, subcontratistas, otras direcciones, etc.
Toma de decisiones necesarias para conocer en todo momento la situación en relación con los objetivos establecidos.
Adopción de las medidas correctoras pertinentes para poner remedio a las desviaciones que se hubieran detectado.
Responder ante clientes y superiores de la consecución de los objetivos del proyecto.
Proponer, en su caso, modificaciones a los límites u objetivos básicos del proyecto cuando concurran circunstancias que así lo aconsejen.