Todos somos conscientes que el teletrabajo no va a aplicarse de manera inmediata en España. Por una cuestión cultural, derivada de que los actuales directivos fueron educados en la frase 'llega quien trabaja más horas'. Por una cuestión de idiosincrasia, donde se han premiado perfiles relacionales en lugar de laborales y eso ha incrementado la desconfianza de los jefes hacia sus empleados. Y por una cuestión educativa, porque nadie a día de hoy ha enseñado a los freelance a ser productivos realizando sus tareas de forma remota.
Ya hablamos de los beneficios de trabajar en casa
en un artículo anterior, pero como todas las transiciones llevan tiempo, posiblemente lo que mejor pueda abrir los ojos a las empresas es
la aplicación de esta filosofía en sus propias oficinas. Algo que facilitaría la confianza entre empleadores y empleados y permitiría medir de manera muy clara si efectivamente existe (que existirá) no sólo un aumento de la productividad, sino también de la felicidad general y la identificación con la compañía.
Cómo aplicar el teletrabajo en la oficina
1.- Traza objetivos
Son los directivos los que saben dónde quieren que esté su proyecto a corto, medio y largo plazo, por lo que es lógico que sean ellos quienes distribuyan las responsabilidades. Pero también qué debe hacer cada uno de sus colaboradores. Es por ello que lo ideal sería que recibieran cada lunes por la mañana una
planilla con los objetivos a realizar durante la semana, fácilmente medible el viernes con el envío de un informe (corto, de apenas tres párrafos).
2.- Deslinealiza los horarios
Recientemente Cyberclick ha sido nombrada
'La Mejor Empresa Para Trabajar en España'. Y entre las cosas que les hacen diferentes está el hecho de que
nadie tiene un horario fijo. Comentan que hay gente más productiva por la mañana, otra por la tarde y otra por la noche. Que algunos necesitan llevar a sus hijos al colegio o cuidar de algún familiar o ir al banco o hacer deporte y tienen absoluta libertad. Siempre que cumplan los objetivos marcados por la empresa. Llevan 15 años creciendo al 5%.
3.- Planifica las reuniones
El verdadero 'mata-productividad' es el clásico jefe que, de repente, convoca a varios departamentos a una reunión urgente sin remisión, sin saber si alguno de ellos (o todos a la vez) están realizando gestiones fundamentales para su firma en ese momento. Mucho más fundamentales que esa reunión, habitualmente. Por ello
vale la pena planificarlas por tres motivos: reducirás su número, todo el mundo sabrá cuándo debe concurrir en ellas y serán más cortas y precisas que las que tienes ahora.
4.- No lo hagas todo indoor
Pese a que mucha gente trabaja en horrendos polígonos industriales, sigue habiendo muchas oficinas en la ciudad o la montaña. Hay gestiones que no necesitan de una mesa y un sillón ergonómico. ¿Por qué la hora seguida de llamadas a proveedores no la realizas dando un paseo por un parque cercano? ¿Por qué, si compartes afición al running con gente de tu entorno, no mantenéis
una reunión haciendo ejercicio?
5.- Prueba a teletrabajar un día a la semana
Los fundamentos anteriormente citados son los que pregonamos en el libro
'¿Por qué no nos dejan trabajar desde casa?'. Una vez interiorizados, ¿por qué no se prueba una implantación parcial?'. Un día a la semana de trabajo remoto no sólo genera mayor felicidad en las personas, sino ahora gastos de luz, comidas y desplazamientos a las empresas.
