¿Cómo diseñar una web atractiva?

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Cuando nos disponemos a diseñar una web nos adentramos en un mundo de posibilidades de elección de colores, modelos y maquetas a las cuales ajustarnos o a las que podríamos desafiar. Sin embargo, no todos los productos y servicios se deben presentar de la misma manera y es necesario hacer una evaluación minuciosa de qué es lo que esa web va a promocionar y qué es lo que se quiere conseguir con la misma. No es el mismo requerimiento el que presenta una web destinada al comercio online como el que imponga una web con fines puramente informativos como complemento de un sistema de ventas tradicional. Las webs constituyen hoy en día una puerta de acceso fundamental hacia el público local, nacional e internacional. No sé si es mucho decir pero prácticamente TODO pasa por la web y como si tuviéramos la posibilidad de formar parte del mejor y más fabuloso centro comercial mundial, no podemos dejar librada al azar la cara y la presentación que una web tenga. ¿Cómo organizar una web para que sea atractiva y completamente visual? Así, como hace un tiempo hubieras pensado en el diseño de una vidriera, hoy tienes que gestionar la confección de una web y para ello hay algunas pautas que nunca debes olvidar:
  • Tiene que ser atractiva visualmente: con colores que den cuenta del producto que se quiere promocionar y que al mismo tiempo permitan al potencial cliente mantener cierto estado de “calma” frente a la web. Piensa que si los colores irritan, no se matizan o ensamblan, generan una incomodidad como la que se produce frente a un comercio cuyos productos no se exponen en clara visibilidad.
  • Debe generar empatía y ganas de permanecer en ella: Una web con recovecos y de difícil acceso es casi como aquel comercio por el que pasamos reiteradas veces, en tardes de paseo, pero que nunca reparamos en él ni mucho menos planeamos una compra. Sencillez, visibilidad y armonía; así, debe lucir esa cara al mundo que constituye la web que debemos crear.
  • Dinamismo y veracidad: otros factores determinantes son la dinámica y la sinceridad con la que se opere dentro de la web. No se pueden incluir descripciones, factores, imágenes, que no den cuenta de una realidad palpable y visible. Una de las mayores preocupaciones de esta generación virtual en la que nos estamos insertando es la falta de credibilidad que estos productos de promoción virtual pueden generar.
Una web que tenga su real y básica correspondencia con el mundo palpable será aquella que más permanezca en el tiempo y que se consolide entre el público consumidor de “virtualidades”. Imagina si estás parado frente a una vidriera y lo que allí se promociona luego no tiene un vínculo con lo que realmente se vende. Sin duda que, además de un engaño, sería una completa frustración y desagradable sensación. Preparar la web como una vidriera implica que invite al paseo a través de ella, que atraiga miradas, que inste a búsqueda y comprometa a la adquisición del producto o servicio. ¿No crees atractivo este desafío 2.0?

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